Me enamoré.

 


Y al final, resultó que me enamoré del mar.


Me dijeron: 

«¡Hay muchos peces en el mar!».

«¡Sí el mar está lleno de peces!».

«Todo es cuestión de buscar».

Y después de tanto navegar... 

Encontré el amor, pero no fue de los peces, 

sino del mar.


Me enamoré de su grandeza, 

de su azul en calma

y de sus olas bravías. 


Me enamoré de las efímeras estelas,

que se borran con cada nueva marea. 


Me enamoré de la arena fina y suave,

que roza mis pies descalzos. 


Me enamoré de sus melancólicos ocasos, 

y sus esperanzadores amaneceres. 


Me enamoré de la brisa alegre y juguetona, 

con sus gaviotas surcando el cielo.


Me enamoré de la calma, 

de la paz, 

del silencio y la soledad, 

pero sobre todo...

Me enamoré de la libertad.


Y al final, resultó que si tenían razón...

Encontré el amor en el mar.




Comentarios

Más buscado